Día 1 | Sagrada Escritura: "Mi tesoro escondido" - Santuario de Seton
Escritura: Que hable Dios

Día 1 | Sagrada Escritura: "Mi tesoro escondido"

Levanta mi alma: 15 días de oración con Santa Isabel Ana Seton

En las páginas de la Biblia de Santa Elizabeth Ann Seton, ciertos pasajes aparecen repetidamente marcados, subrayados y rodeados de un círculo, todo ello de puño y letra de la santa. Esos pasajes, que tratan de la eternidad y la paz, el llanto y el silencio, nos ofrecen una visión de las esperanzas y luchas de la primera santa nacida en América. También nos ofrecen un ejemplo a seguir.

Conversaciones diarias con Dios

Para Isabel, la Sagrada Escritura no era sólo una colección de libros sagrados o historias de pueblos antiguos; era un encuentro con el Dios vivo. Era el lugar donde escuchaba la voz del Señor al que amaba, dirigiéndole directamente palabras de consuelo y alabanza, de aliento y esperanza.

La Biblia no es sólo una colección de libros sagrados o historias sobre pueblos antiguos. Es un encuentro con el Dios vivo.

Isabel había buscado esa Voz desde que era pequeña. Uno de sus primeros recuerdos era el de su madrastra, que le enseñaba la letra del Salmo 23. Las primeras líneas - "El Señor es mi pastor, nada me falta"- la consolaron durante los largos años de su solitaria infancia. Las primeras líneas - "El Señor es mi pastor, nada me falta"- la consolaron durante los largos años de su solitaria infancia. Más tarde, como joven esposa y madre, dedicó tiempo a la lectura diaria de las Escrituras, y las noches que su marido William estaba de viaje de negocios, se quedaba dormida con la Biblia en las manos.

La Biblia también acompañó a Isabel cuando ella y Guillermo viajaron a Italia, con la esperanza de que un clima más cálido mejorara la salud de él. Estuvo con ella durante las semanas siguientes a su llegada, cuando la pareja estuvo en cuarentena en un húmedo hospital italiano. Y estaba con ella cuando Guillermo murió, pocos días después de su liberación. Durante ese tiempo, como siempre, Isabel leyó la Biblia a diario. Fue, escribió, "un consuelo infalible".

Guía para la vida cotidiana

Sin embargo, esa lectura le aportó algo más que consuelo. Día tras día, año tras año, fue moldeando la forma en que Isabel veía el mundo. La inspiró a servir a los demás, a amar a los pobres, a vivir con sencillez y a sacrificarse con generosidad. Le enseñó a rezar y reforzó su decisión de hacerse católica. Incluso la acercó a María, cuya "propia piedad y pensamientos secretos y oraciones", explicó Isabel, se habían nutrido de la lectura de los mismos libros sagrados. Tras su conversión, Isabel comenzó a rezar diariamente el Magnificat (el canto de alabanza de María en Lucas 1).

La lectura de la Biblia configura nuestra visión del mundo.

Habiendo aprendido tanto de la Biblia, Isabel animó a sus hermanas a aprender con su ejemplo y reservó un tiempo en el horario de su comunidad para la lectura de la Sagrada Escritura; diariamente, antes de comer, las hermanas leían de rodillas 25 versículos del Nuevo Testamento.

Las Escrituras en tu vida

Leer la Biblia es esencial para construir una base de oración en tu vida. Las páginas de las Escrituras te ayudan a conocer a Dios, moldean tu forma de pensar y actuar, y te proporcionan consuelo e inspiración para vivir la vida a la que Dios te llama.

Tenemos todo que ganar y nada que perder si hacemos nuestros los hábitos de lectura de Santa Isabel Ana Seton. Se necesitan 5 minutos para leer 25 versículos de las Escrituras antes de comer. Se necesitan dos minutos para leer un Salmo. Se tarda menos de uno en susurrar un Magnificat.

La Palabra de Dios vive en las páginas de la Sagrada Escritura, y a través de ella, Su voz nos habla aquí y ahora. Encuentra cinco minutos o dos minutos o incluso un minuto para ir a Él allí. Él te espera.

Elige una forma de incorporar la lectura diaria de las Escrituras a tu rutina de oración:

  • Leer las lecturas diarias
  • Reza un salmo cada día
  • Elige un libro y lee un capítulo al día (Considera empezar por los Evangelios)
  • Elige un programa anual de lectura de la Biblia
  • Asistir a la misa diaria

Y no tengas miedo de escribir en tu Biblia. Subraya, resalta, escribe notas.

En palabras de la Madre Seton

"Si hasta ahora has sido tan infeliz que eres como una calzada en la que la preciosa semilla de la palabra de Dios es pisoteada por los que pasan, o como piedra entre la que no puede echar raíces porque no encuentra tierra ni humedad, o como espinas que crecen tan abundantemente que ahogan sus plantas. . . Si hasta ahora has escuchado la palabra de Dios con disipación y sin ningún recogimiento, con indiferencia e insensibilidad, con la mente ocupada en mil bagatelas y pensamientos inútiles, reconoce humildemente tu falta. Pide perdón a tu Dios. Suplica encarecidamente a su bondad que detenga tu mente volátil, que apacigüe tu corazón tan infiel a su gracia, que lo desenganche de las cosas vanas que ocupan toda tu atención. En una palabra, para que sea como la buena tierra que puede conservar la buena semilla, fomentarla y producir sus frutos cien veces."
- Elizabeth Seton, Instrucción sobre la Palabra de Dios, 17 

Preguntas para la reflexión

¿Acudes a la Biblia en busca de consejo, inspiración y consuelo? ¿Por qué sí o por qué no?

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15 días de oración con Santa Isabel Ana SetonEstas reflexiones se basan en 15 días de oración con Santa Isabel Ana Seton por Betty Ann McNeil, D.C.